“1 Antes de la celebración de la Pascua, Jesús sabía que había llegado su momento para dejar este mundo y regresar a su Padre. Había amado a sus discípulos durante el ministerio que realizó en la tierra y ahora los amó hasta el final. 2 Era la hora de cenar, y el diablo ya había incitado a Judas, hijo de Simón Iscariote, para que traicionara a Jesús. 3 Jesús sabía que el Padre le había dado autoridad sobre todas las cosas y que había venido de Dios y regresaría a Dios. 4 Así que se levantó de la mesa, se quitó el manto, se ató una toalla a la cintura 5 y echó agua en un recipiente. Luego comenzó a lavarles los pies a los discípulos y a secárselos con la toalla que tenía en la cintura.” Juan 13:1-5 NTV
“35 Estén vestidos, listos para servir y mantengan las lámparas encendidas, 36 como si esperaran el regreso de su amo de la fiesta de bodas. Entonces estarán listos para abrirle la puerta y dejarlo entrar en el momento que llegue y llame. 37 Los siervos que estén listos y a la espera de su regreso serán recompensados. Les digo la verdad, él mismo les indicará dónde sentarse, se pondrá el delantal y les servirá mientras están a la mesa y comen.” Lucas 12:35-37 NTV
“6 Cuando se acercó a Simón Pedro, este le dijo: Señor, ¿tú me vas a lavar los pies a mí? 7 Jesús contestó: Ahora no entiendes lo que hago, pero algún día lo entenderás. 8 ¡No! protestó Pedro. ¡Jamás me lavarás los pies! Si no te lavo respondió Jesús, no vas a pertenecerme. 9 ¡Entonces, lávame también las manos y la cabeza, Señor, no solo los pies! exclamó Simón Pedro. 10 Jesús respondió: Una persona que se ha bañado bien no necesita lavarse más que los pies para estar completamente limpia. Y ustedes, discípulos, están limpios, aunque no todos. 11 Pues Jesús sabía quién lo iba a traicionar. A eso se refería cuando dijo: «No todos están limpios».” Juan 13:6-11 NTV
“12 Después de lavarles los pies, se puso otra vez el manto, se sentó y preguntó: ¿Entienden lo que acabo de hacer? 13 Ustedes me llaman “Maestro” y “Señor” y tienen razón, porque es lo que soy. 14 Y, dado que yo, su Señor y Maestro, les he lavado los pies, ustedes deben lavarse los pies unos a otros. 15 Les di mi ejemplo para que lo sigan. Hagan lo mismo que yo he hecho con ustedes. 16 Les digo la verdad, los esclavos no son superiores a su amo ni el mensajero es más importante que quien envía el mensaje. 17 Ahora que saben estas cosas, Dios los bendecirá por hacerlas. […] 20 Les digo la verdad, todo el que recibe a mi mensajero me recibe a mí, y el que me recibe a mí recibe al Padre, quien me envió.”Juan 13:12-17, 20 NTV
“1 Antes de la celebración de la Pascua, Jesús sabía que había llegado su momento para dejar este mundo y regresar a su Padre. Había amado a sus discípulos durante el ministerio que realizó en la tierra y ahora los amó hasta el final. 2 Era la hora de cenar, y el diablo ya había incitado a Judas, hijo de Simón Iscariote, para que traicionara a Jesús. 3 Jesús sabía que el Padre le había dado autoridad sobre todas las cosas y que había venido de Dios y regresaría a Dios. 4 Así que se levantó de la mesa, se quitó el manto, se ató una toalla a la cintura 5 y echó agua en un recipiente. Luego comenzó a lavarles los pies a los discípulos y a secárselos con la toalla que tenía en la cintura.” Juan 13:1-5 NTV
“35 Estén vestidos, listos para servir y mantengan las lámparas encendidas, 36 como si esperaran el regreso de su amo de la fiesta de bodas. Entonces estarán listos para abrirle la puerta y dejarlo entrar en el momento que llegue y llame. 37 Los siervos que estén listos y a la espera de su regreso serán recompensados. Les digo la verdad, él mismo les indicará dónde sentarse, se pondrá el delantal y les servirá mientras están a la mesa y comen.” Lucas 12:35-37 NTV
“6 Cuando se acercó a Simón Pedro, este le dijo: Señor, ¿tú me vas a lavar los pies a mí? 7 Jesús contestó: Ahora no entiendes lo que hago, pero algún día lo entenderás. 8 ¡No! protestó Pedro. ¡Jamás me lavarás los pies! Si no te lavo respondió Jesús, no vas a pertenecerme. 9 ¡Entonces, lávame también las manos y la cabeza, Señor, no solo los pies! exclamó Simón Pedro. 10 Jesús respondió: Una persona que se ha bañado bien no necesita lavarse más que los pies para estar completamente limpia. Y ustedes, discípulos, están limpios, aunque no todos. 11 Pues Jesús sabía quién lo iba a traicionar. A eso se refería cuando dijo: «No todos están limpios».” Juan 13:6-11 NTV
“12 Después de lavarles los pies, se puso otra vez el manto, se sentó y preguntó: ¿Entienden lo que acabo de hacer? 13 Ustedes me llaman “Maestro” y “Señor” y tienen razón, porque es lo que soy. 14 Y, dado que yo, su Señor y Maestro, les he lavado los pies, ustedes deben lavarse los pies unos a otros. 15 Les di mi ejemplo para que lo sigan. Hagan lo mismo que yo he hecho con ustedes. 16 Les digo la verdad, los esclavos no son superiores a su amo ni el mensajero es más importante que quien envía el mensaje. 17 Ahora que saben estas cosas, Dios los bendecirá por hacerlas. […] 20 Les digo la verdad, todo el que recibe a mi mensajero me recibe a mí, y el que me recibe a mí recibe al Padre, quien me envió.”Juan 13:12-17, 20 NTV
“Respondiendo Jesús, les dijo: De cierto os digo, que si tuviereis fe, y no dudareis, no sólo haréis esto de la higuera, sino que si a este monte dijereis: Quítate y échate en el mar, será hecho.” Mateo 21:21 RVR60
“Jesús les dijo: Por vuestra poca fe; porque de cierto os digo, que si tuviereis fe como un grano de mostaza, diréis a este monte: Pásate de aquí allá, y se pasará; y nada os será imposible.” Mateo 17:20 RVR60
“Porque de cierto os digo que cualquiera que dijere a este monte: Quítate y échate en el mar, y no dudare en su corazón, sino creyere que será hecho lo que dice, lo que diga le será hecho.” Marcos 11:23 RVR60
Mi fruto es ver como otros son liberados de: