Adorar a Dios en tiempos de confusión me permite:

1. Encontrar verdades eternas, y no argumentos destructivos

21 Saliendo Jesús de allí, se fue a la región de Tiro y de Sidón. 22 Entonces una mujer cananea que había salido de aquella región comenzó a gritar y a decirle: —¡Señor, Hijo de David, ten misericordia de mí! Mi hija es gravemente atormentada por un demonio. 23 Pero Jesús no le respondió palabra. Entonces, acercándose sus discípulos, le rogaron diciendo: —Despídela, pues viene gritando detrás de nosotros. 24 Él, respondiendo, dijo: —No soy enviado sino a las ovejas perdidas de la casa de Israel. 25 Entonces ella vino y se postró ante él, diciendo: —¡Señor, socórreme! 26 Respondiendo él, dijo: —No está bien tomar el pan de los hijos y echarlo a los perros. 27 Ella dijo: —Sí, Señor; pero aun los perros comen de las migajas que caen de la mesa de sus amos. 28 Entonces, respondiendo Jesús, dijo: —¡Mujer, grande es tu fe! Hágase contigo como quieres. Y su hija fue sanada desde aquella hora. | Mateo 15:21-28 RV2020
4… porque las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas, 5 derribando argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo…” | 2 Corintios 10:4-5 RVR1995

2. Adquirir la perspectiva eterna de mi situación

15 Después que Natán regresó a su casa, el Señor le envió una enfermedad mortal al hijo que David tuvo con la esposa de Urías. 16 Así que David le suplicó a Dios que perdonara la vida de su hijo, y no comió, y estuvo toda la noche tirado en el suelo. 17 Entonces los ancianos de su casa le rogaban que se levantara y comiera con ellos, pero él se negó. 18 Finalmente, al séptimo día, el niño murió. Los consejeros de David tenían temor de decírselo. «No escuchaba razones cuando el niño estaba enfermo —se decían—, ¿qué locura hará cuando le digamos que el niño murió?». 19 Cuando David vio que susurraban entre sí, se dio cuenta de lo que había pasado. —¿Murió el niño? —preguntó. —Sí —le contestaron—, ya murió. 20 De inmediato David se levantó del suelo, se lavó, se puso lociones y se cambió de ropa. Luego fue al tabernáculo a adorar al Señor y después volvió al palacio donde le sirvieron comida y comió. 21 Sus consejeros estaban asombrados. —No lo entendemos —le dijeron—. Mientras el niño aún vivía, lloraba y rehusaba comer. Pero ahora que el niño ha muerto, usted terminó el duelo y de nuevo está comiendo. 22 —Ayuné y lloré —respondió David— mientras el niño vivía porque me dije: “Tal vez el Señor sea compasivo conmigo y permita que el niño viva”. 23 Pero ¿qué motivo tengo para ayunar ahora que ha muerto? ¿Puedo traerlo de nuevo a la vida? Un día yo iré a él, pero él no puede regresar a mí.” | 2 Samuel 12:15-23 NTV

3. Recordar que su voluntad es perfecta, la mía no

36 Entonces Jesús fue con ellos al huerto de olivos llamado Getsemaní y dijo: «Siéntense aquí mientras voy allí para orar». 37 Se llevó a Pedro y a los hijos de Zebedeo, Santiago y Juan, y comenzó a afligirse y angustiarse. 38 Les dijo: «Mi alma está destrozada de tanta tristeza, hasta el punto de la muerte. Quédense aquí y velen conmigo». 39 Él se adelantó un poco más y se inclinó rostro en tierra mientras oraba: «¡Padre mío! Si es posible, que pase de mí esta copa de sufrimiento. Sin embargo, quiero que se haga tu voluntad, no la mía». 40 Luego volvió a los discípulos y los encontró dormidos. Le dijo a Pedro: «¿No pudieron velar conmigo ni siquiera una hora? 41 Velen y oren para que no cedan ante la tentación, porque el espíritu está dispuesto, pero el cuerpo es débil». 42 Entonces Jesús los dejó por segunda vez y oró: «¡Padre mío! Si no es posible que pase esta copa a menos que yo la beba, entonces hágase tu voluntad». 43 Cuando regresó de nuevo adonde estaban ellos, los encontró dormidos porque no podían mantener los ojos abiertos. 44 Así que se fue a orar por tercera vez, repitió lo mismo.” | Mateo 26:36-44 NTV

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La adoración: Refugio en tiempos de confusión

Notas del mensaje

Adorar a Dios en tiempos de confusión me permite:

1. Encontrar verdades eternas, y no argumentos destructivos

21 Saliendo Jesús de allí, se fue a la región de Tiro y de Sidón. 22 Entonces una mujer cananea que había salido de aquella región comenzó a gritar y a decirle: —¡Señor, Hijo de David, ten misericordia de mí! Mi hija es gravemente atormentada por un demonio. 23 Pero Jesús no le respondió palabra. Entonces, acercándose sus discípulos, le rogaron diciendo: —Despídela, pues viene gritando detrás de nosotros. 24 Él, respondiendo, dijo: —No soy enviado sino a las ovejas perdidas de la casa de Israel. 25 Entonces ella vino y se postró ante él, diciendo: —¡Señor, socórreme! 26 Respondiendo él, dijo: —No está bien tomar el pan de los hijos y echarlo a los perros. 27 Ella dijo: —Sí, Señor; pero aun los perros comen de las migajas que caen de la mesa de sus amos. 28 Entonces, respondiendo Jesús, dijo: —¡Mujer, grande es tu fe! Hágase contigo como quieres. Y su hija fue sanada desde aquella hora. | Mateo 15:21-28 RV2020
4… porque las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas, 5 derribando argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo…” | 2 Corintios 10:4-5 RVR1995

2. Adquirir la perspectiva eterna de mi situación

15 Después que Natán regresó a su casa, el Señor le envió una enfermedad mortal al hijo que David tuvo con la esposa de Urías. 16 Así que David le suplicó a Dios que perdonara la vida de su hijo, y no comió, y estuvo toda la noche tirado en el suelo. 17 Entonces los ancianos de su casa le rogaban que se levantara y comiera con ellos, pero él se negó. 18 Finalmente, al séptimo día, el niño murió. Los consejeros de David tenían temor de decírselo. «No escuchaba razones cuando el niño estaba enfermo —se decían—, ¿qué locura hará cuando le digamos que el niño murió?». 19 Cuando David vio que susurraban entre sí, se dio cuenta de lo que había pasado. —¿Murió el niño? —preguntó. —Sí —le contestaron—, ya murió. 20 De inmediato David se levantó del suelo, se lavó, se puso lociones y se cambió de ropa. Luego fue al tabernáculo a adorar al Señor y después volvió al palacio donde le sirvieron comida y comió. 21 Sus consejeros estaban asombrados. —No lo entendemos —le dijeron—. Mientras el niño aún vivía, lloraba y rehusaba comer. Pero ahora que el niño ha muerto, usted terminó el duelo y de nuevo está comiendo. 22 —Ayuné y lloré —respondió David— mientras el niño vivía porque me dije: “Tal vez el Señor sea compasivo conmigo y permita que el niño viva”. 23 Pero ¿qué motivo tengo para ayunar ahora que ha muerto? ¿Puedo traerlo de nuevo a la vida? Un día yo iré a él, pero él no puede regresar a mí.” | 2 Samuel 12:15-23 NTV

3. Recordar que su voluntad es perfecta, la mía no

36 Entonces Jesús fue con ellos al huerto de olivos llamado Getsemaní y dijo: «Siéntense aquí mientras voy allí para orar». 37 Se llevó a Pedro y a los hijos de Zebedeo, Santiago y Juan, y comenzó a afligirse y angustiarse. 38 Les dijo: «Mi alma está destrozada de tanta tristeza, hasta el punto de la muerte. Quédense aquí y velen conmigo». 39 Él se adelantó un poco más y se inclinó rostro en tierra mientras oraba: «¡Padre mío! Si es posible, que pase de mí esta copa de sufrimiento. Sin embargo, quiero que se haga tu voluntad, no la mía». 40 Luego volvió a los discípulos y los encontró dormidos. Le dijo a Pedro: «¿No pudieron velar conmigo ni siquiera una hora? 41 Velen y oren para que no cedan ante la tentación, porque el espíritu está dispuesto, pero el cuerpo es débil». 42 Entonces Jesús los dejó por segunda vez y oró: «¡Padre mío! Si no es posible que pase esta copa a menos que yo la beba, entonces hágase tu voluntad». 43 Cuando regresó de nuevo adonde estaban ellos, los encontró dormidos porque no podían mantener los ojos abiertos. 44 Así que se fue a orar por tercera vez, repitió lo mismo.” | Mateo 26:36-44 NTV

Ve la prédica:

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