

Del 06 al 26 de enero
El ayuno es un período de abstinencia de algunos alimentos y/o algunas cosas que nos pueden contaminar espiritualmente con el propósito de enfocarnos en Dios y escuchar su voz.
Esto no nos debilita; nos fortalece espiritualmente. Al ayunar elegimos depender totalmente de Dios, silenciando lo que alimenta la carne para agudizar nuestra sensibilidad espiritual.
Al presentarnos delante del Señor con cuerpo y alma, reconocemos nuestra debilidad en espíritu y nuestra necesidad absoluta de Su gracia. Es en esa dependencia donde recibimos dirección, claridad y fuerza para caminar en el propósito para el cual fuimos creados, guiados por la mano fiel de Dios.

Acompáñanos en esta temporada para buscar a Dios y comenzar tu año a otro nivel.